Una de las posibilidades que el GACH viene analizando es hisopar a los adultos mayores que salgan del residencial para alguna de las dos fiestas.
En el residencial Altos del Centro, ubicado en Yi 1363 esq. 18 de Julio, ( https://www.redresidenciales.com.uy/residencial_hotel/centro/residencial-altos-del-centro/ )Montevideo, hay actualmente 30 residentes y 21 funcionarios. Algunos son conscientes de lo que está pasando afuera, miran el informativo, saben que los casos positivos de COVID-19 han aumentado exponencialmente en Uruguay desde noviembre y que hay varias vacunas a prueba que podrían llegar el año que viene, se comunican con sus familiares por videollamada o por e-mail. Hay otros que no saben demasiado de lo que pasa afuera. Tampoco saben, en general, qué pasará durante las fiestas.
Los residenciales aún están esperando el protocolo del gobierno respecto a la posible salida o no de los residentes para Navidad y Fin de año. “Los viejos se nos están muriendo de soledad y deterioro cognitivo y afectivo. Estamos trabajando fuertemente en eso”, había dicho a El País el pasado 22 de noviembre Rafael Radi, coordinador del Grupo Asesor Cientifico Honorario (GACH) que aconseja al gobierno respecto a la pandemia por el coronavirus.
Según supo El País, el GACH en conjunto con la Sociedad de Geriatría y el Ministerio de Salud Pública (MSP) están terminando por estos días el documento con el protocolo para los residenciales que divulgará la cartera en los próximos días.
“En principio”, sostuvo el doctor Hamlet Suárez, parte del GACH, “será la actualización de las pautas ya establecidas en el documento sobre el adulto mayor que es público y está en la página de Presidencia”.
Una de las posibilidades que el GACH viene analizando es hisopar a los adultos mayores que salgan del residencial para alguna de las dos fiestas.
En el caso de Altos del Centro los familiares de los residentes ya comunicaron que prefieren que no salgan del residencial para pasar las fiestas con ellos. Lo que más los asusta es el aumento en el número de casos positivos de coronavirus en las últimas semanas.
“Todos los años había muchos que salían para pasar las fiestas con sus familiares y nosotros acá también organizábamos una despedida de año invitando a algún conjunto de baile, a algún mago o algún espectáculo, pero en estas circunstancias haremos algo entre nosotros, apelando a la voluntad de las funcionarias para hacer algo interno y especial. Es una situación de mucho riesgo”, cuenta Estrella, encargada del residencial.
Es que la soledad es, hace nueve meses, una de las mayores secuelas de la pandemia para los adultos mayores.
El coronavirus llegó para cambiar la vida cotidiana de todos, pero sobre todo el de las personas mayores de 65, que se vieron obligadas a dejar de ver a sus afectos o a verlos con distancia, a veces a través de alguna ventana por ser considerados población de riesgo.
“Está todo el mundo muy preocupado en los residenciales, yo hablo con los dueños constantemente y hay mucha preocupación, más allá de que se están tomando muchas medidas y todo está muy supervisado por Salud Pública, es un rubro muy delicado porque es donde están las personas más complejas”, sostienen desde la Red de Residenciales. Y agregan: “Pero la principal problemática es la soledad. Se han visto muy afectados por el cese de las actividades que antes tenían; por la falta de interacción social, que a esa altura de la vida es todo lo que queda”.
En Altos del Centro, cuenta Estrella, se cortaron todas las actividades como el taller de canto o el de la memoria, así como también las idas a la peluquería que hacían algunas residentes. A eso se le sumó un régimen de visitas cuidado y atendiendo al protocolo emitido por el gobierno. Hay una visita por la mañana y una por la tarde. Los familiares ingresan con todas las protecciones requeridas, se les toma los datos y siempre tienen que mantener la distancia. De esta forma, los residentes reciben una visita cada quince días.
Estrella, que es quien coordina todo aquí, cuenta que a veces, para coordinar las visitas, tiene que priorizar acontecimientos especiales, como ser cumpleaños. Eso, dice, es una carga muy grande para ella. “Vos no sabés hasta cuándo van a estar. Me pasó que vinieron a ver a una señora el miércoles y el viernes falleció. Ha sido todo muy difícil, para los residentes y los funcionarios”.
Artículo del Diario EL País https://www.elpais.com.uy/informacion/salud/msp-afina-protocolo-fiestas-residenciales.html